¿Por qué se sonrojan las guacamayas?
Si tienes guacamayos o has pasado tiempo con ellos, sin duda has experimentado el sonrojo. A veces se presenta como un poco de color rosado alrededor de las fosas nasales y, a veces, toda la cara se vuelve casi alarmantemente roja.
El sonrojo es causado por lo mismo que hace sonrojar a la gente. En respuesta a ciertos estímulos (excitación o estrés), los numerosos vasos sanguíneos y capilares cerca de la superficie de la piel del rostro se agrandan y el aumento del flujo sanguíneo provoca la aparición de enrojecimiento en el rostro.
¿Y adivina qué? El rubor no es sólo un fenómeno de los guacamayos: todos los loros se sonrojan. La cara sin plumas de la guacamaya nos permite verla donde otras especies no podemos verla. Con esto, el afortunado propietario del guacamayo recibe una pieza adicional de lenguaje corporal con el que medir su estado de ánimo.
Dado que todas las aves tienen una personalidad única, algunas son más excitables y otras más relajadas, una guacamaya puede sonrojarse más intensa o frecuentemente que otra. Pero si el sonrojo es el resultado de la excitación o el estrés, ¿cómo podemos saber si se trata de un tipo de excitación feliz o de una advertencia para retroceder?
En última instancia, no importa qué especie de loro tengas, descubrir su lenguaje corporal es un proceso de dos partes:
- Debes aprender qué señales físicas se sabe que expresa la especie de tu ave.
- Determina el significado de esas señales en relación con lo que sucede alrededor de tu pájaro en ese momento.
Con mis cacatúas de ojos oscuros, no tengo la ventaja del sonrojo o los ojos fijos como indicadores del lenguaje corporal, por lo que cuando sus crestas se levantan, podría significar que se están divirtiendo o que algo les alarma.
Si estoy sosteniendo a mi cacatúa teniendo una discusión tranquila sobre por qué no está comiendo sus judías verdes y su cresta de repente se levanta, será porque alguien entró en la habitación y no porque de repente encontró nuestra pequeña charla muy estimulante.
Dado que una guacamaya puede volverse del mismo tono rojo cuando un extraño se acerca demasiado que cuando le dan un plato de su comida favorita, debes leer su lenguaje corporal Y tener en cuenta el entorno para descubrir qué está pasando. Cuando se usan juntas, estas dos informaciones te ayudarán a comprender mejor lo que tu pájaro está pensando en ese momento particular.
Patty Jourgensen se especializa en salud, comportamiento y nutrición aviar y ha estado trabajando y cuidando aves rescatadas desde 1987.
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