Paciencia: ¿una virtud o un obstáculo?

Guacamayos garganta azul y camelot

Cuando tienes loros, la palabra “paciencia” siempre está en la punta de tu lengua. Sus comportamientos extraños e impredecibles te enviarían directamente al manicomio sin paciencia. Esos momentos de locura estacional ciertamente te llevarían al límite si no tienes paciencia. En ciertos días, incluso eventos normales como las llamadas de salida y puesta del sol pueden no ser soportables sin paciencia. La paciencia tiene su lugar.

La definición de paciencia es la siguiente: la capacidad de aceptar o tolerar retrasos, problemas o sufrimiento sin enojarse ni enfadarse. Es una cualidad santa. Sin embargo, en los últimos años cambió el uso de la palabra paciencia por una frase común: NUNCA TE RINDAS.

Recibimos mucha gente que nos contacta cuando chocan contra una pared con su pájaro. Por ejemplo, alguien que intenta convertir a su pájaro en una mejor dieta podría decir: “Le he estado alimentando con verduras todos los días durante un mes y no las ha tocado”. Una respuesta patentada a ese comentario sería: “Tenga paciencia. Una vez que se dé cuenta de lo bien que saben, se recuperará”.

Otra persona podría quejarse de que su pájaro se niega obstinadamente a jugar con sus juguetes. Una respuesta común podría ser: “Tenga paciencia. Una vez que se dé cuenta de para qué sirven, se recuperará”.

Esto no es exactamente falso. Estas cosas pueden llevar tiempo. Pero somos humanos y necesitamos ver una luz al final del túnel: alguna pequeña señal de mejora que aliente a Estados Unidos a seguir intentándolo. A veces simplemente no está ahí.

Aquí es cuando las cosas empiezan a desmoronarse. La gente empieza a sentirse desesperada; a veces se enojan porque el curso de acción recomendado no está funcionando. Se acercan una vez más a la comunidad aviar sólo para escuchar: “Tengan paciencia, él se recuperará”.

Estas palabras, si bien son ciertos en cierto sentido, no son útiles (y lo digo sabiendo que las he usado muchas veces).

periquito alejandrino

Cuando estés trabajando con tu pájaro, en CUALQUIER área, y no ves progreso, debes considerar que no es un fallo del pájaro. Si su pájaro no responde a sus esfuerzos, debe reconsiderar los métodos que está utilizando. Eres el director. Tu pájaro sigue tu ejemplo.

Recomendar paciencia en este punto podría resultar contraproducente. No tiene sentido seguir haciendo algo que una y otra vez ha demostrado ser infructuoso. Cuando no ves resultados positivos en tu trabajo con tu pájaro, no tiene ningún sentido continuar por ese camino.

Distente, reconsidera tu plan y avanza en otra dirección.

Si bien puede ser necesaria paciencia mientras logras tus objetivos con tu ave, no es la calidad la que hará el trabajo. La perseverancia (impulso hacia adelante) y el ingenio (solución inteligente de problemas) son los principales actores, mientras que la paciencia desempeña un papel de apoyo.

Patty Jourgensen se especializa en salud, comportamiento y nutrición aviar y ha estado trabajando y cuidando aves rescatadas desde 1987.

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